Impedir la participación de los trabajadores liquidados en elección sindical implica revivir a LyFC, dice, si no pasa algo extraordinario, no veo cómo Esparza no pueda obtener su registro, anticipa Lozano elizabeth.machuca.razon@gmail.comEl gobierno federal le dio una “cachetada” a la disidencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) al aceptar la realización de una “farsa electoral”, para que Martín Esparza asuma formalmente el control del gremio y de sus activos, señaló Alejandro Muñoz.
“El Presidente ha dicho que no van a negociar con delincuentes, pero ya negociaron, Martín es un delincuente”, acusó , en entrevista con La Razón.
El ex tesorero del sindicato dijo que la lectura de este hecho es que las cosas se obtienen “a base de golpes, de chantajes, de golpear gente, de rodear y sitiar la ciudad”.
La víspera, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón explicó que en el proceso para elegir a la dirigencia del sindicato sólo podrían votar los trabajadores activos, atributo que sólo le confirió a los que no han aceptado su liquidación. E indicó que esto es lo que señalan los estatutos del SME.
Al respecto, Muñoz consideró que con este argumento lo que se hace es revivir a la empresa extinta: “si no, que me digan dónde trabaja Martín Esparza, en ningún lado”, dijo.
Agregó por otro lado que con la toma de nota a Esparza, éste podría vender los bienes del sindicato, si cuenta con la firma de un secretario del gremio.
“Va a tener el control de los bienes porque el estatuto marca que el secretario general con la firma de cualquier secretario del SME, ya sea del trabajo o del interior, puede venderlos ”, severó.
El proceso ordenado por la Junta de Conciliación y Arbitraje para renovar la dirigencia concluye el 3 de diciembre. La única planilla que se registró fue la de Martín Esparza.
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