martes, 13 de octubre de 2009

El Silencio Complice

Por Decreto Presidencial el 11 de octubre de 2009, el ejecutivo federal terminó con la empresa pública “Luz y Fuerza del Centro” y con más de 103 años de ofrecer el servicio de energía eléctrica en la zona central del país. Es ya de dominio público, los argumentos del gobierno del empleo para extinguir dicha empresa; falta de productividad, pérdidas en el cobro del servicio, concesiones excesivas hacia los trabajadores. Pero esto, aún está en debate. Y las partes deberán dirimir frente a la opinión pública esos supuestos argumentos.

Pero uno de los factores más importantes, para liquidar a Luz y Fuerza del Centro, es su Sindicato, el Mexicano de Electricistas. Surgido en el rugir de los fusiles de la revolución de 1910, este sindicato desde hace muchas décadas, logro consolidar un esquema democrático donde todos agremiados elegían a sus dirigentes por votaciones universales, directas y cuidando la secrecía. Aunado a que la membrecía ha dicho sindicato no condicionaba la filiación a algún instituto político, en estos días tan desacreditados.

Al desaparecer a la empresa, a dicho sindicato se le quita su materia de trabajo. Y dichas vacantes ó las famosas recontrataciones, pasarán a la Comisión Federal de Electricidad que contrata con el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana SUTERM.

Y he aquí, el silencio cómplice. Tan solo, Francisco Labastida Ochoa, Presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República y el Gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto Del Mazo, se han pronunciado a favor de la medida fascista de tomar las instalaciones de Luz y Fuerza con la Fuerza del ejército, suavizado con el nombre de Policía Federal Preventiva.

¿Y los demás militantes de este partido político?

No es de extrañar dicho silencio, dado que en los estatutos del SUTERM, en sus principios cita:

El SUTERM enfatiza su identificación con la Confederación de Trabajadores de México y con la Revolución Mexicana. Por lo anterior, es una Organización proveniente de la realidad histórica nacional e integrado al Partido Político, que representa a aquella, concebido para mantener el poder en la corriente revolucionaria y en la lucha permanente para la edificación de la nueva sociedad, dentro de la libertad y la democracia social. Por su militancia, comparte y acata sus Principios, Programas y Táctica de Lucha, y contribuye a su permanente actualización, considerando que la revolución, por su naturaleza, es dinámica y en perfeccionamiento, para constituir la sociedad a que se aspira sin explotación, libre, justa e independiente.

En consecuencia, el Partido Revolucionario Institucional es el de los trabajadores puesto que está unido en la consecución de sus objetivos clasistas.


En conclusión, los trabajadores que ingresen a la Comisión Federal de Electricidad, ya sea por la vía de la recontratación, pero partiendo desde cero ó por nuevos ingresos; serán afiliados al PRI. ¿Para quién trabaja el Señor Calderón, para su partido el PAN o para el PRI? O será, que la consertacesión ahora es regresar el poder al PRI, con el terreno recién asfaltado.

No lo tomen como un hecho, son solo reflexiones en voz alta, hasta la próxima.

Ricardo Belmont
belmont.syndicaliste@gmail.com

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