imendoza@periodista1.comLunes, 25 de Enero de 2010
La complicidad de afectar al
Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a raíz de la
extinción de Luz y Fuerza del Centro, acompaña a Víctor Fuentes del Villar, dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores Electricista de la República Mexicana (SUTERM). Desde el 11 de octubre de 2009, el dirigente sindical, hijo político del finado Leonardo Rodríguez Alcaine, se dedica a evadir el tema de la desaparición de la paraestatal y el futuro de los integrantes del SME.
En las mesas de negociación entre la Segob y el SME no aparece ni ha hecho un pronunciamiento claro respecto a los nueve mil trabajadores que tienen proyectado se encargarán de trabajar en la zona centro, ahora, bajo las órdenes de CFE. El exceso de confianza que trae se debe a que
las relaciones laborales quedarán tuteladas, en todos los casos, por el contrato colectivo de trabajo del SUTERM que encabeza Fuentes del Villar.
El se encargará de ver las propuestas y comenzar a palomear y tachar a los aspirantes de la extinta luz y fuerza, pues la fuerza heredada por Rodríguez Alcaine, aún sigue vital y no hay poder que lo mueva. Fuentes, con un lustro al frente del SUTERM, se ha dedicado ae monopolizar el poder y la rendición de cuentas de los dirigentes de sección sindical a través del terror hacia la base de trabajadores.
Sin embargo, el alejamiento de Fuentes del Villar, del movimiento del SME, se debe a que por razones ideológicas no son compatibles. El SUTERM se ha caracterizado por ser un sindicato a modo para el gobierno. Anteriormente con el PRI y ahora con el PAN.Pero también existe otra razón por la que se sospecha que este alejamiento se debe a que Víctor Fuentes obedece órdenes superiores que son difíciles de negarles la petición de estrangulamiento del SME.
Por ignorancia, descuido, omisión o complicidad, la dirigencia del SUTERM ignoró el convenio de no invasión de zonas de trabajo que se firmó, entre ambas organizaciones sindicales, el 15 de mayo de 1985.
Ahora, el SUTERM opera en la zona que tenía asignadas el SME y que ambos convinieron no transgredir “a fin de evitar eventuales conflictos intergremiales entre los sindicatos interesados o sus respectivos agremiados, sin lesionar los derechos laborales de éstos; para coadyuvar a la superación en la prestación del servicio público que tiene encomendado CFE y las Compañías así como para el mejor aprovechamiento de sus recursos tanto técnicos como administrativos, que redundarán en el aumento de la productividad”, precisa el documento. Aquel convenio aún tiene vigencia y la invasión de zonas ya se dio.
La extinción de Luz y Fuerza fue el pretexto para que el SUTERM se adueñara de la zona centro y del trabajo de los sindicalizados. Sin embargo, el SME aún tiene una estructura de trabajadores, pues su liquidación aún no se da. El punto más destacado del convenio que firmaron por el SME, Sergio Tapia Sandoval, entonces secretario general del sindicato y Leonardo Rodríguez Alcaine por parte del SUTERM es que “ningún trabajador será afectado en sus derecho laborales individuales, como consecuencia de la instrumentación del presente; conviniéndose por tanto en efectuar, con la colaboración de la STPS, los estudios conducentes, para evitar dicha afectación y celebrar en su caso, los convenios legalmente procedentes; en el concepto de que cada una de las partes, se reserva expresamente los derecho que le corresponden de conformidad con lo previsto en la ley y en los correspondientes pactos laborales vigentes”.
A 25 años de la firma de aquel convenio, que lo atestiguaron, el ex presidente Miguel de la Madrid; Francisco Labastida Ochoa, entonces secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal y Arsenio Farell Cubillas Secretario del Trabajo y Previsión Social; ahora es letra muerta por la deslealtad a las bases trabajadoras por parte de Víctor Fuentes y
Martín Esparza.
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